La Cascada del Vino en Barbacoas, noventa y cinco metros de caída de agua fría y rojiza como el vino, que embriaga la vista de quienes la visitan…

Plaza Bolivar, Iglesia de San Felipe y Calle Empedrada de Barbacoas de Lara

El estado Lara es un pequeño oasis paradisíaco dentro del gran paraíso que es Venezuela. Sin duda alguna la naturaleza premió con lujo y cariño materno a la tierra venezolana, dándole al estado Lara una pincelada de belleza a lo largo y ancho de todo su fértil y hermoso territorio.

Prueba de esta armonía natural que adorna al estado Lara, la tenemos plasmada magistralmente en las montañas que colindan con el estado Trujillo, donde llamamos geográficamente el final de la Cordillera Andina, en un pequeño pueblo larense bautizado con el nombre de Barbacoas, en el municipio Morán, más parece una obra del propio creador, quién la plasmó en lo más alto de nuestro estado Lara para poder verla de cerca a cada rato que le provocara.

¡Barbacoas, gema natural del Estado Lara!

Prueba de esta armonía natural que adorna al estado Lara, la tenemos plasmada magistralmente en las montañas que colindan con Saliendo de Barquisimeto hacia Trujillo, después de la estación de servicio Sabaneta, antes de llegar al Central Azucarero La Pastora, está una pequeña entrada a mano izquierda que indica la vía a San Pedro, hermoso pueblo de características andinas cuyo nombre evoca al paraíso terrenal que precede, continúe uno pocos kilómetros más, y llegará a Barbacoas de Lara. También puede llegar por la vía hacia el Tocuyo, pasando Humucaro Bajo y antes de llegar a Humucaro Alto se desvía a la derecha, hacia el pueblo de Hato Arriba, de ahí sigue hasta Barbacoas, es un camino algo más sinuoso, pero como dicen los chamos actualmente, la belleza natural y parajes encontrados, pagan el pasaje.

Prueba de esta armonía natural que adorna al estado Lara, la tenemos plasmada magistralmente en las montañas que colindan con

Barbacoas por sí misma enamora al visitante, con su gente cálida, amable, de rasgos y comportamiento casi andino, de clima y paisaje acogedor que invita a respirar profundo y mirar sus montañas para ver por dónde caminarlas, y en sus mañanitas y tardes a buscar el abrigo y tomar un chocolatico bien caliente. La mano humana le otorgó unas calles empedradas que armonizan magistralmente con su escultural Iglesia, de una belleza arquitectónica única en su estilo, que invita a plasmarla en un lienzo.

Pero los parajes naturales son los que hacen de Barbacoas una verdadera gema de la creación, La Cascada del Vino, con sus 95 metros de caída de frias y rojizas aguas emulando al vino, que embriagan la vista a propios y extraños.

La Cueva de La Peonía, kilómetros de subterráneos y oscuros parajes inhóspitos, riachuelos y pasadizos claustrofóbicos, toda una invitación para aquellos que disfrutan del turismo de aventura.

El Cerro de Los Nepes, donde los más aventureros pueden toparse con uno que otro Frailejon. Y así están otros lugares que pueden visitar, La Laguna, hermoso espejo que refleja al cielo en su cristal de agua clara, Los Barbechos para comer Guayabita silvestre y Pumarosas, El Paramito donde podemos tomar una tibia leche de vaca recién ordeñada, La Escalera y sus acantilados, El mirador de La Turbina con sus caimanes de cemento. La invitación está abierta a todos y todas, de Lara, Venezuela y el mundo, posada y alojamiento siempre encontrarán.

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